Hay gente que, nada más nacer, monta un escándalo. Asalta la vida con las trompetas de Jericó desde el primer segundo de su aparición en escena. Avanza pisando fuerte y sus pasos hacen retemblar el planeta...
Hay gente que recién asoma parece que volara, que se suspendiera en el aire, que fijara su planta en el etéreo reino de las nubes...
Hay gente que, apenas ve la luz parece que se esconde, que se oculta bajo las sábanas de la cuna, que fuera candidata desde el nacimiento a la vida eremítica, a la discreta vida coventual...
Hay gente que camina por el mundo recorriendo los caminos trazados, hay gente que abre caminos nuevos. Hay gente que tiende la mano, hay otra gente siempre con las manos en los bolsillos. Hay gente que siempre fue joven, hay gente que siempre será vieja. Hay gente que es pueblo y hay generales. Hay gente sin nombre y otra que son solo nombres...
Hay gente, gente, gente...Hay siete millardos y medio de gente. Y cada uno pasamos por aquí. Un día se colapsarán el cielo y el infierno con tanta gente en puertas...
Yo levanto la cabeza y beso a mi mujer que acaba de llegar. Quedo con mis amigos. Veo pasar al vecino y le digo "Hola". Charlo a mis compañeros de trabajo. Llamo al anochecer a mi madre en la distancia sintiéndola cerca. Visito a mis familiares... Esa es mi gente. Ni puedo ni necesito vivir con más. Pero respeto, gente diferente, vuestro derecho a vivir en el mismo planeta. Y, a veces, escucho vuestra llamada pidiendo ayuda. ¿Y cómo responderé?. No sé. Hay gente para todo.
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