lunes, 14 de mayo de 2018

Si las piedras hablaran 13: "En las playas del mar de Tetis"

Los buitres planean majestuosos sobre el castillo roquedo de Riba de Saelices. Estas aves, tan admiradas por Estrella, amiga y acompañante de la excursión geológica del 12 de mayo en Guadalajara (Geología del año 2018) forman una bellísima estampa cuando despliegan sus alas y flotan sobre el transparente fluído del aire primaveral. Cuesta imaginar que sus genes tienen su ancestral origen en los animales cuyo rastro seguimos 240 años después sobre las láminas petrificadas del limo costero del mar de Tetis. No muy lejos de aquí, a unos tres kilómetros del pueblo de Riendas las 600 icnitas de los Arroturos muestran hasta once rastros distintos de arcosaurios rauisuquios a lo largo de una lastra caliza de 1700 metros cuadrados.

Después de una mañana inmerso en explicaciones y actividades sobre huellas fosilizadas, de explicaciones sobre la historia zoogeológica del planeta, estaba en disposición de poder recrear con la imaginación la película de aquellos días.

Me imaginaba paseando por la orilla de una mar somero bajo un calor sofocante solo atemperado por el gigantesco océano que se abría ante mí. La parte de aquel gigantesco océano que inundaba entonces la mitad oriental de la península ibérica se llamaba Mar de Tetis. Las olas del mar lamían la cosa removiendo la arena y dejando  leves ondulaciones rizadas en la orilla. Aquella arena seca y endurecida tras algunas semanas de sol intenso y de retirada del oleaje, fue pronto enterrada nuevamente con otros sedimentos, pero su molde quedó impreso para la posteridad en las paredes rocosas al lado del camino que asciende al castillo. La placa del actual continente africano y suramérica avanzaba entonces  a razón de dos milímetros por año (velocidad de crucero en escala geológica) chocando finalmente contra la actual Europa (unida entonces a América del Norte)  plegando la playa pétrea hasta ponerla vertical como nos muestran los riple-marks impresos en las rocas del camino que asciende hasta el castillo.

  

La vida en el único y enorme continente de Pangea estaba repuntando, pero aún no se había estabilizado el clima afectado por un vulcanismo desatado cuyos efectos apocalípticos habían acabado con la casi totalidad de los seres vivos. Todavía, en el interior de los continentes la temperatura alcanzaba los 60º y la vida se había refugiado en las proximidades del agua. Algunas especies animales prosperaban gracias a la rápida expansión de especies vegetales más adaptadas a la nueva situación. Un feroz depredador ocupaba entonces la pirámide alimenticia: se trataba de un poderoso animal de hasta 6 metros de largo y 2 de alto que hoy nos recordaría vagamente a un enorme cocodrilo. Uno de ellos paseaba cerca de la desembocadura de un río dejando sobre el barro los nítidos moldes de sus potentes patas traseras y ocasionalmente de las delanteras, más pequeñas, todas ellas con cinco dedos que se hundían claramente en el cieno. Caminaba erguido por momentos olfateando el aire húmedo y oteando la ribera tratando de descubrir entre las masas de helechos y cícadas algún suculento rincosaurio entretenido en cortar con su poderoso pico, afilado como una navaja, alguna raíz o tubérculo semienterrado.

(Imagen elaborada personalmente a partir de elementos recopilados de  Nobu Tamura (http://spinops.blogspot.com) - Trabajo propio, CC BY 3.0,  https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=19459151.)

El mar de Tetis había  remontado la parte oriental de la península justo hasta la posición que hoy ocupa la fortaleza. En su piedemonte de la colina podía verse claramente la línea diferenciada de sedimentos marinos y fluviales Y fue justamente allí el punto más occidental a donde llegó aquel mar. Por entonces la actual Peninsula Ibérica estaba estaba semihundida y envuelta en un clima tropical. La situación de España se aproximaba mucho a la línea del ecuador.

En  aquella época en el interior continental la vida era casi imposible. Al vulcanismo que arrasó el planeta le siguió un largo periodo en que la mayor parte de los continentes resultaban abrasadores. Llovía poco y el agua no llegaba a formar ríos con continuidad por lo que apenas se formaban valles y corrientes de agua. Sólo llanuras inmensas abrasadas por el sol con escasísima vegetación en las proximidades de alguna laguna ocasional. Mientras tanto en las costas del mar de Tetis la vida prosperaba. Los gusanos horadaban las arenas dejando huellas de su paso que podemos ver hoy en las rocas de la colina que alberga la fortaleza. Muy cerca, las concreciones calcáreas en torno a las raíces de las plantas que lo poblaron. En el entorno se movían los terribles arcosaurios con sus potentes fémures traseros que les permitían la marcha erguida y que sustentaban un cuerpo que dejaba profundas marcas en el barro.


Ellos dominaron la tierra mucho antes que los dinosaurios, sus conocidos sucesores. Esta especie (Archosauria quiere decir "reptiles dominantes") dio origen después a los propios dinosaurios, a los que tanto se parecen, y a otros vertebrados extintos como los pterosaurios voladores. Alguno incluso sobrevive readaptado a los sucesivos cambios evolutivos, como el actual cocodrilo.


Pero lo más sorprendente, lo que el buitre que sobrevuela sobre nuestras cabezas nunca comprendería, es que los que hollaron el  suelo dejando las huellas de los Arroturos formaron parte de las antiquísimas especies de sus antepasados. 

viernes, 11 de mayo de 2018

Esplendor de mayo en Sotolargo


En este mes, mi primer mayo sin obligaciones laborales, el campo está espléndido y gozando de mi privilegio jubilar recorro el campo por las mañanas. Ha llovido tanto en  abril y ha resultado tan fresco el ambiente en las semanas pasadas que la naturaleza se hartó de beber y la tierra nos entrega ahora su digestión de verdes y amarillos; su colorida paleta de flores salpicando el esmeralda que cubre el ocre de la tierra bajo el zafiro infinito de cielos, a veces surcados por blancos algodonosos que se desplazan rápidamente con los vientecillos rezagados de marzo.

Asombran los pantanos, rebosantes; deslumbran los costados del camino sembrados de flores silvestres; emocionan los pequeños renacuajos de las charcas; sorprenden los gazapos que huyen tras los arbustos... Los olivos cuelgan colgantes dorados, el rocío siembra de perlas los tallos en la madrugada, los pájaros alegran con sus trinos amorosos el rumor del bosque, los campos de colza iluminan el horizonte con un amarillo fosforescente... Por el arroyo de la Valdelaencina, después de la urbanización de Sotolargo (en el municipio de Valdeaveruelo, Guadalajara), unos cinco kilómetros de naturaleza solitaria recorren, a la sombra de grandes encinas, el curso de agua que por estas fechas baja saltarina dejando grandes pozas donde prosperan los renacuajos.  A las encinas les acompañan muchas veces olmos, chopos y otros árboles amigos de la humedad como los álamos o los nogales, plantados hace unos veinte años y que aún conservan alrededor de su tronco los bidones que les sirvieron de cuna en sus primeros años. Siento no poder identificar las variedades florales que se despliegan a mi paso salvo las familiares margaritas, el romero, el tomillo y la jara que rebosa de botones florales a punto de estallar.

Toda la mañana he paseado desde las urbanizaciones solitarias hasta el altiplano por el fondo de un arrollo de aguas chispeantes. En los remansos el agua se despliega y alberga variedades de algas y plantas de ribera. El camino se inunda por momentos y en los rodales inundados prosperan algas diminutas que dejan cercos de clorofila a medida que se van secando...

Y al llegar a lo alto del pequeño valle, junto a la encina que hace guardia ante el camino que desciende, me paro y hago una foto de la Sierra de Madrid que aún luce nevada. Y ante ella, los campos de colza que ensayan su amarillo vestido de primavera.

Luego me vuelvo. Regreso de un paseo que es privilegio y lujo por su belleza, por su soledad, por su potente fuerza primaveral. Júbilo para los que pueden disfrutarlo. Oración para los que no laboran, pero son sensibles a esta manifestación divina que es la naturaleza en el mes de mayo.  

martes, 8 de mayo de 2018

Espejito, espejito...


Espejito, espejito... dime: ¿Quién es la más guapa del reino? Y el espejo siempre nos responde "Tú eres la más guapa como atestiguan los miles de "me gusta" que recibes, los cientos de comentarios favorables a tu imagen, los aplausos a tus novedades. Aquí no son bien vistos los cenizos, los agoreros, los diferentes, los discrepantes... No existe el botón del "No me gusta" (aunque prometieron crearlo hace tiempo, por cierto). Aquí es el reino del postureo, de la sonrisa forzada, de la felicidad obligatoria...

Quizás por el efecto narcótico de ese narcisismo se desata nuestra lengua y abrimos las puertas de nuestro hogar a todo el mundo. Sin darnos cuenta contamos nuestros secretos. Dispersos en comentarios y fotografías revelamos nuestro rostro,  la ubicación de nuestro hogar, la imagen de nuestros familiares, mostramos nuestra personalidad, nuestras relaciones, los gustos, las aficiones... Nuestros pensamiento más secretos se revelan poco a poco por entregas y pueden ser recompuestos por quién pretenda utilizarnos. Regalamos nuestra biografía a posibles interesados (amigos y enemigos). Nos ofrecemos a insultos y burlas de conocidos y desconocidos, nos exponemos a conversaciones detestables. Sin ser conscientes delatamos a nuestros amigos, proporcionamos su nombre y dirección, traicionamos su confianza... Abrimos de par en par la ventana a un mundo de distracciones no solicitadas, adoptamos videomascotas, paseamos por mundos virtuales mientras nuestra barriga crece sentados durante horas en una silla frente a la pantalla.

En la letra pequeña, muy abajo del scroll, enterrada en largos párrafos se esconden las cláusulas abusivas que les autorizan a escanear tu vida. Aceptamos que abran nuestra libreta de direcciones, que accedan a nuestra posición en cada minuto, que conozcan nuestro currículo, que sigan nuestros pasos, que descubran nuestros escondites.  Les permitimos que vengan a comprar con nosotros y sepan nuestras necesidades y gustos, lo que podemos gastarnos y cómo lo hacemos. Les informamos de nuestras opiniones políticas y nuestras creencias religiosas. Permitimos ser aleccionados, engañados, in-des-informados... Dejamos que guarden a perpetuidad nuestros errores sin posibilidad de que prescriba su conocimiento.

Con este espejo de las maravillas puede construirse el retrato de Dorian Grey. El ser monstruoso que también llevamos dentro puede ser, al final, lo que realmente quede de todo esto .

Un descuido ha permitido que alguien mirara detrás del espejo. Lo que se ha visto resulta estremecedor: tras el cristal reflector del portal social hay un gigantesco almacén donde se anota cuanto somos. Más que  una STASI, una KGB y una CIA juntas. Y además no es un almacén seguro. No es un recinto impenetrable. Existen ventanas que miran en su interior y roban toda esa información comprometedora. Quizás no sea demasiado importante eso para ti ahora mismo pero recuerda que te han leído tus derechos: "Todo lo que declare podrá ser utilizado en su contra.."

Hace unos meses se rebeló la gran grieta en la seguridad de la red social. Millones de usuarios cedieron involuntariamente sus datos y esto pasó desapercibido para los usuarios hasta ahora. Estremece lo que pueden hacer con ello. El creador de Facebook, Mark Elliot Zuckerberg, reconoció los errores y peligros inherentes a su red. Es una información tan sensible que decidí darme de baja.

Por el momento parece que "he desaparecido" de la red social, aunque nada me garantiza realmente que mis datos han sido borrados (he de fiarme de nuevo de la palabra de honor de Zuckerberg). El proceso no es del todo sencillo y cuesta encontrar la puerta de salida. En algunos dispositivos no se puede directamente. Cuando lo haces eres advertido de que tardarán unos 14 días en hacerlo ejecutivo. En tanto, cualquier acceso de nuevo al portal reactiva tu cuenta. Antes de hacerlo los expertos te sugieren que solicites al portal social una copia de todos los datos que posee sobre ti. Tardan un tiempo en prepararla, pero cuando lo hacen te sorprendes de la tremenda cantidad de información que les has facilitado sin se consciente de ello. Tus datos, comprimidos, ocupan muchos megas y si tienes cantidad de archivos multimedia, serán varios gigas.

Mis "amigos" de la red pensarán que me largué a la francesa; pues dejarán de tener noticias mías y desapareceré de su lista de amigos; pero aseguro que me despedí y dejé una última entrada de despedida explicando las razones de mi marcha.  Me comentan que no lo han recibido en su muro.  Si pasan a leer este blog encontrarán aquí una más cumplida explicación de dichos motivos.

Han pasado ya dos meses desde que "desconecté". Estoy tan a gusto. En realidad sus beneficios son superfluos. Es cierto que echo de menos los descubrimientos de antiguos conocidos, las fotos de familiares lejanos, las noticias de personas que me importan... pero también es verdad que hay otros medios para conectarse sin revelar tus intimidades... ¡Hay vida después de facebook, creedme!

Y a los que permanecéis, sobre todo si sois jóvenes y confiados,  recordad los sabios consejos de vuestros abuelos: "No habléis con desconocidos", "Tened más cuidado que la Caperucita del cuento", "desconfiad de la bondadosa anciana que os ofrece la manzana" ... Los cuentos se inventaron para algo.

lunes, 7 de mayo de 2018

Sin perdón no hay futuro, pero sin confesión no hay perdón. ETA no confiesa.


Se llamaba José Vicente Del Val del Río y fue ametrallado por ETA el 5 de marzo de 1978. El 25 del mismo mes fallecía. Tenía 21 años. Fuimos amigos y vecinos del mismo barrio (Calle San Joaquín, en Burgos) cuando contábamos apenas 5 -6 años y terminamos siendo compañeros de estudios en los internados de Miraflores y Arévalo entre los 12 y 15. Luego nos habíamos visto ocasionalmente en Burgos.

Mientras yo hacía la mili en Almería, él ingresó en la Policía Armada. Llevaba 8 meses en el cuerpo y sólo tres de destino en Vitoria cuando el vehículo en que se encontraba con otros 4 policías fue ametrallado por dos miembros de la banda terrorista del comando Araba. Dos compañeros murieron en el acto y otros tres resultaron heridos graves. José Vicente murió 19 días después tras una intervención a vida o muerte. Estuve en su entierro.






Al volver a casa escribí una líneas,  un poema con pretensión de homenaje al amigo y de condena a los asesinos.



Has salido a matar y vuelves tarde,
oculta en tu valija la máquina asesina.
En la tarde caliente húmeda de sangre
expiran los cadáveres a tus espaldas,
vidas como mies segada en julio.

Niegas a tu corazón el permiso del espanto,
riegas tu cuerpo con la emoción del miedo,
reviven tus ojos la danza de los estampidos
mientras suenan las sirenas de la caza.

La policía y la culpa alientan en tu nuca,
corres y jadeas hasta encontrar tu cueva
donde enroscas y abrazas la serpiente.

Con el frio del amanecer y de la muerte
gotas de sangre resbalan por los periódicos,
algún animal ferozmente humano
las sorbe poco a poco, las saborea.




El jueves, 20 de noviembre de 2011, ETA anunciaba tras 43 años el cese definitivo de la violencia terrorista.

Con una escenificación estudiada incluyendo conferencia internacional, mediadores de postín, comunicado con capucha y optimismo post (por Bildu) y pre (por el grupo Amaiur) electoral. Con ese tejido de declaraciones lleno de ambigüedades, olvidos, manipulaciones lingüísticas se nos presenta la nueva etapa tan esperada en el País Vasco (Euskadi si se prefiere) y España. Las víctimas, las grandes ausentes -es una obviedad en lo físico, que no en lo espiritual-, desconfían. De cómo se maneje este proceso dependerá su sosiego o su rabia incrementada.

En un clamor de partidos, asociaciones, políticos y personajes varios se pide "no olvidar" y evitar la manipulación de los que quieren "reescribir la historia". En aquellas fechas escribí en mi blog una entrada como recuerdo y testimonio de mi amigo muerto.

Jose Vicente, mi amigo, en el centro de la imagen. Arévalo, 1970.

Hoy día, el 3 de mayo de 2018, ETA anuncia mediante una carta su definitiva disolución después de 60 años de actividad. En el escrito enviado a los medios ETA justifica su historia de terror y se enorgullece de su pasado sangriento. Si ha habido culpable alguno, este ha sido el estado y el pueblo español como sociedad represora de las libertades de Euskadi, señala. No hay asomo de arrepentimiento por su parte ni reconocimiento del fracaso político, social y militar sufrido.

Ante una sociedad dividida y marginada, ante el sufriente colectivo de los señalados, apartados, estigmatizados y castigados, ETA no muestra arrepentimiento alguno. En otras latitudes, tras el aparheit surafricano, el presidente de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación en Sudáfrica, el arzobispo Desmon Tutu estableció como lema de la misma : "Sin perdón no hay futuro, pero sin confesión no puede haber perdón". Hace justo 20 años, en 1998, tras el informe oficial entregado al entonces presidente Nelson Mandela, las personas que eran identificadas como víctimas de graves violaciones a los derechos humanos eran invitadas a prestar declaración sobre sus experiencias. Muchas de estas víctimas ofrecieron sus relatos en audiencias públicas. Los autores de los hechos violentos podían también confesar sus crímenes, y eran sus propias víctimas las que decidían si concederles la impunidad. El tribunal de la TRC nunca funcionó como equipo judicial, sino como intermediario entre víctimas y agresores. Aunque hay casos concretos de "arrepentidos" y esclarecedoras iniciativas pedagógicas por parte de las víctimas en centros educativos contando sus experiencias y mostrando sus sentimientos, se echa de menos la presencia "en confesionario" de la mayoría de los etarras, muchos de los cuales tienen fuertes raíces cristianas.

Una tríada rítmica y trágica resume la historia de ETA:
"Primero la estola,
después la pistola
y ahora la trola."
pues cierto es que podemos rastrear sus orígenes en un grupo de jóvenes de la universidad jesuíta de Deusto (algunos afirman incluso que su origen estuvo en los seminarios), que la pistola ha sido su "instrumento" de diálogo y que, en lo que se refiere a negociaciones y comunicados, la mentira y la manipulación han sido constantes.

Es el momento por tanto de recordar, dar fe, enfrentar la sangre derramada contra los carteles de presos y "héroes" etarras. Y perdonar, sí, pero sólo a aquel que se confiese y cumpla la penitencia. Como devotos cristianos, por lo que se tienen muchos, saben que sólo puede ser así.

Os lo reclaman 854 víctimas.

Quizá en el futuro, en ese futuro de perdón, podamos pasear con nuestros hijos en paz por una luminosa calle bautizada con el nombre de alguna de aquellas víctimas ejecutadas a sangre fría. Hoy descubro que aquel amigo de la infancia muerto bajo la metralla, presta nombre a una nueva calle de su ciudad natal. Ese será nuestro recuerdo. Un recuerdo que borre el interesado relato de una banda que se disuelve. Adiós ETA, nunca más hablaré de ti: tienes vedada la entrada a nuestro recuerdo.

Calle de José Vicente del Val. Burgos.