lunes, 19 de diciembre de 2022

Nunctium mendacem (2º relato navideño 2022)


En la taberna de La Higuera Generosa, bajo la sombra proyectada por su abundante ramaje, se celebraba un contubernio convocado a instancias de Herodes. En su nombre hablaba el centurión Casio, allí de paisano en ese momento. Casio era el jefe de los frumentarii, la policía secreta de los romanos, y normalmente su trabajo consistía en mantener a raya a los rebeldes saduceos o controlar a los  conspiracionistas fariseos; pero hoy, sin embargo, se trataba de atajar un peligro en ciernes.

La situación era preocupante para la guardia de ocupación romana. Jerusalem siempre fue una ciudad díscola con la disciplina del Imperio; pero es que ahora, además, flotaba en el ambiente el olor de la revuelta. Expectativas sobre la llegada de un Mesías para los judíos siempre hubo; pero en los últimos meses se habían multiplicado. Los rumores se extendían por el foro, se propagaban entre la penumbra de las domus, circulaban por los callejones: "El Rey de los  judíos, El Libertador, estaba a punto de nacer. La dominación romana tocaba a su fin." Todos hacían cábalas sobre cómo sucedería, cuál sería la familia afortunada, en qué lugar se produciría el prodigio... 

Los más versados en las Sagradas Escrituras aseguraban que sería en Belén. Casio ya había enviado una docena de delatios a aquella población. Disfrazados de rusticus habían reservado plaza en la única posada del pueblo y alquilado las pocas casas disponibles para tener de esta manera mejor controlada la situación. 

- Los judíos no se están quietos -avisaba Casio- Hemos de acallar las habladurías. Necesitamos apagar esa llama de esperanza que ha prendido en estos días: puede originar un incendio que devore todo lo que hemos construido con tanto esfuerzo. De nada servirá la costosa reconstrucción del gran Templo, o la moderna cimentación con hormigón hidráulico del puerto de Cesarea. Necesitamos trazar un plan. Ninguno de nuestros confidentes ha podido asegurar el día y lugar del nacimiento de ese niño; pero todos coinciden en que será pronto y muy cerca de Jerusalén, posiblemente en Belén. Ya tengo todo previsto en esa aldea. He dispuesto speculatores en lugares estratégicos vigilando la llegada de cuantos viajeros acuden a empadronarse. Todos han sido instruidos en las características del objetivo: "Mujer joven, judía, de la tribu de David, en cinta o con un recién nacido de pocos días" y que posiblemente vaya acompañada por un hombre (de eso no podemos estar seguros, pues para los judíos no es condición imprescindible que medie un varón en la concepción de su Rey). Esperaremos acontecimientos y actuaremos. Montaremos la base de operaciones en el cuartel de la guardia imperial. Estad pendientes de mi próxima convocatoria. Recibiréis el mensaje discretamente de manos de un legionario de paisano.


El rey Herodes ("Herodes el Grande", así le llamaría la historia) había sido investido "Rey e los Judíos" por el Senado romano hacía 37 años. En todo ese tiempo intentó acomodarse en el cargo y procuró estar a bien con todos. Pacificó el reino y puso orden en una región a menudo incómoda para el Imperio. Emprendió costosas obras constructivas que propiciaron una importante actividad económica, e incluso destacó como organizador eficiente de impuestos. Entre sus éxitos figuraba el haber establecido un sistema de ayudas a la población en la gran hambruna que, hacía 25 años, sufrió el país. Pero la gran carga impositiva que soportaban los ciudadanos se volvía insoportable. Su popularidad descendía hasta el punto de tener que reforzar su policía secreta y contratar una guardia personal (la Corporis custodes) de dos mil soldados. ​Herodes tenía miedo. Temía que aquel niño, a quien los Magos de Oriente (que le visitaban en ese momento) buscaban, pudiera despojarle del poder que ostentaba. Por eso, con engaños, había logrado de estos el compromiso de informarle del lugar de su nacimiento una vez lo hubieran visitado:

- Informadme, os lo ruego. Yo también he de ir a adorarlo.

Más tarde le llegaron noticias de que los dignos personajes  habían partido en secreto en mitad de la noche perdiéndose su pista desde entonces. Sintiéndose burlado decidió utilizar el último as en la manga que le quedaba: Algunos signos apuntaban a que "El que había de nacer" era el hijo, recién nacido, del sacerdote del templo Zacarías; así que mandó algunos servidores en su busca:

-¿Dónde has escondido a tu hijo? - le preguntaron, a lo que él contestó:

- Yo soy servidor de Dios y permanezco constantemente en el templo del Señor. Ignoro dónde está mi hijo. 

Zacarías no mentía; su mujer, Isabel, lo había escondido en secreto en una cueva y así el niño, el futuro Juan el Bautista, se salvó de perecer a manos del Tetrarca de Galilea.

Pero esto acabó de enfurecerlo. Encolerizado llamó a Casio y le dio una orden taxativa:

- ¡Has de exterminar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo! 

Eso sí, dejó en sus manos que construyera en torno al luctuoso suceso una realidad alternativa que diluyese la monstruosidad del delito que ordenaba cometer. Para ayudarle le proporcionó un rollo con una larga lista de personajes corruptos a quién debía acudir y chantajear para exigir su colaboración en una bien planificada campaña de intoxicación a la opinión pública. Todos ellos debían algo al Tetrarca. Ninguno se negaría por la cuenta que le tenía. 

- Por el dinero no te preocupes; nuevos impuestos pagarán bien vuestro trabajo. Incluso podéis utilizar eso mismo como argumento para justificar estas "muertes selectivas". Llamadlas damnum collateralis, algo inevitable para extirpar un mal mayor.


En el cuartel de la Guardia Imperial, bajo la luz que proyectaba la lucerna en el centro de una mesa, se reunió el equipo completo a cargo de Casio. Estaba presente también un decurión con la impedimenta militar completa presto a recibir órdenes. En una esquina, de pie, un grupo de infiltrates se disponía a dar parte de su actividad en Belén.  Casio se dirigió a ellos:

-¿Cómo ha sido posible que escapara? ¡Hablad! 

- Nos sorprendió a todos, mi señor. Se presentaron de noche en Belén, pero solo el hombre se expuso indagando por las casas y en la posada. Como en ninguna parte encontró cobijo (ya nos habíamos encargado nosotros de que no hubiera plaza alguna) se marchó. Lo que desconocíamos es que la mujer, a punto de parir, le esperaba en las afueras del pueblo y que, al no encontrar aposento, buscaron por los alrededores un viejo corral para el ganado con un portalón semiderruido. Y allí es donde fue a parir. Días después nos enteramos de que hubo bastante revuelo entre pastores y hortelanos de las afueras; pero en el pueblo hubo una tranquilidad absoluta ese día. No hubo movimiento alguno. 

Casio se mordía los labios sin percibir que un hilillo de sangre le corría por las comisuras.

- ¡Inútiles, vagos: Herodes os despellejará!". 

Y se volvió hacia el decurión: 

-Ya sabes las órdenes: degollad sin compasión todos los niños menores de dos años en Belén y en las granjas de los alrededores en un radio de tres millas romanas. Si se escapa uno solo de ellos seréis vosotros los que moriréis. Son órdenes de Herodes ¡En marcha! 


Saludó el decurión y salió decidido a cumplir la orden al mando de una decena de legionarios. 
En la sala los miembros del equipo del centurión se aplicaron entonces a la tediosa tarea de preparar la diversum verita,  la elaborada estrategia informativa para confundir a la plebe y hacer creer a todo el mundo que las cosas debían hacerse así porque era lo mejor. Casio empezó a trazar las líneas maestras de su plan:

- Los recién nacidos, apenas un poco más crecidos que los innumerables abortos y muertes en el parto que suceden cada día, carecen del valor suficiente como para encrespar demasiado los ánimos de la plebe que siente los pinchazos del hambre en sus estómagos y se predispone fácilmente a no tener que compartir el alimento con irritantes chiquillos hambrientos.  Algunos padres protestarán, claro; incluso se enfrentarán a la guardia del Rey, pero pasados los días, su ira se irá apaciguando y terminarán fornicando de nuevo para engendrar otro vástago... Entonces ya no será importante; podrán tenerlo y olvidarán fácilmente lo sucedido.

 


En Belén habitaban unas mil personas y teniendo en cuenta todos las  cifras de natalidad y mortalidad, Casio calculaba que la matanza alcanzaría a unos 20 niños. Para justificarlo apelaría al instinto de supervivencia. 

- Vamos a  explicar que la superpoblación que padece actualmente Judea se está haciendo insostenible.  Los empadronamientos han detectado -diremos- que hay un número desmesurado de nacimientos y es preciso reducir la cifra de habitantes o toda la población sufrirá los efectos de una terrible hambruna. Para convencer a los desconfiados y suspicaces (que siempre los hay) hemos de preparar un argumentario que nos sirva de guía ante las concentraciones de protesta que, seguramente, se producirán. Surgirán líderes entre los descontentos que excitarán los instintos de la plebe dramatizando su dolor en las plazas públicas y esto provocará finalmente que se formen algaradas y revueltas. No tengáis miedo de enfrentaros a ellos y defender las "verdaderas razones" al tiempo que ridiculizáis a "los que pretenden engañarles" con falsa sensiblería. Estaréis respaldados, discretamente, por la guardia de Herodes desde la sombra. Hemos camuflado nuestros agens entre el populacho: os ayudarán y, en caso de revuelta, contribuirán a formar tal desorden que la situación desautorizará a los que protestan. Si no cesan los tumultos siempre queda la oscuridad de las mazmorras de Herodes para los contumaces.
 
Entonces repartió copias del rollo con los argumentos a cada asistente advirtiéndoles que debían repetir esos argumentos hasta que quedaran incrustados en la mente de cada judío.

I - En las actuales circunstancias no puede permitirse que unos seres minúsculos, glotones e inútiles, devoren los recursos alimenticios que hombres trabajadores y productivos necesitan para rescatar la economía del país.

II - Unos bebés insignificantes no pueden monopolizar a las madres; mujeres que podrían estar trabajando para sacar adelante a personas ya crecidas y funcionales.

III - Los hombres mueren en las guerras. Es su deber defender así a la Patria. En nuestra situación, estar en puertas de una hambruna devastadora, es ya una guerra en ciernes. ¿No es justo, acaso, que mueran por los demás los más débiles? ¿Los que no pueden ayudar al resto del ejército de otro modo?

IV - Siempre han muerto niños. En todo el Imperio se concibe el infanticidio como una muerte piadosa. El claro objetivo de esta medida siempre ha sido aliviar el sufrimiento de los niños, no provocarlo. Es el caso de todas esas familias pobres de Belén, incapaces de mantener a sus hijos.

V- ¿Qué valor pueden tener para el Imperio un par de decenas de hijos de pastores sin nombre? Mejor que mueran ellos que no nuestros propios hijos...


La lista de razones ocupaba más de la mitad del pergamino. El resto consistía en una serie de estrategias que debían tener en cuenta para establecer su relato: 

I - No empleéis nunca la palabra "inocentes" al referiros a esos niños: usad el término: "inoportunos" o "transgresores". Recordad que los judíos están persuadidos de que todos nacemos con "un pecado original". No les costará entender que estos niños son culpables,solo por el hecho de nacer, de provocar escasez y carestía en el precio de los alimentos.

II - Investigad a los posibles oradores, buscad en las biografías de los oponentes cualquier defecto o debilidad. Hundidles ante el populacho haciendo públicos sus vicios. Os servirá para inclinar el debate a vuestro favor en el momento conveniente. 

III - Si es necesario, para hacerles callar, acudid al soborno y llegad a donde haga falta: usad el chantaje tomando a sus familiares como rehenes.  

IV - También podéis elaborar algún plan para apresarlos con falsas acusaciones. En las mazmorras de Herodes quizás cambien de idea. Pero disfrazadlo de legalidad.

V - Si es preciso no descartéis el puñal como último recurso, pero hacedlo de forma discreta. Mejor sería un accidente o el veneno.

VI - En las tabernaes invitad a vino a quienes no parezcan muy apasionados por vuestras ideas. Tomad la palabra por un lado y la copa por otro: brindad y, mientras lo hacéis, comprobaréis que la razón se pone de vuestra parte.

VII - Recordadles que esos hijos secuestran a sus esposas durante mucho tiempo privándoles del placer de yacer más a menudo con ellas. Hacedles ver que Herodes les hace un favor eliminando el problema. Así,  pronto se les ofrecerán de nuevo para que las fecunden. Es evidente lo que salen ganando con esta medida....


En la medianoche fueron saliendo de uno en uno del cuartel de la guardia. Cada uno sabía lo que tenía que hacer. 

Un plan meticuloso. Un plan perfecto. Casio no podía haberlo  organizado mejor. Tan solo, en el secreto de  la conciencia de uno de los congregados, falló una de las pequeña piezas de aquella gigantesca maquinaria conspirativa. Uno de los frumentarii, conocedor del lugar donde se cobijaba la familia de los proscritos, los avisó con el tiempo justo para que huyeran hacia Egipto. Por lo demás, Casio, logró su cometido. Ninguna fuente histórica (canónico o profana) reseñó por escrito la matanza. Ni siquiera el historiador judío Josefo aludió a ella, a pesar de haber documentado minuciosamente (movido, eso sí, por la inquina que le tenía) los hechos brutales cometidos por Herodes I el Grande en los últimos años de su vida. Tan solo un tal Mateo Leví, evangelista. escribió sobre aquella matanza. Los conspiradores lograron borrar cualquier otra referencia en la historia. 


Pero hubo algo que no pudieron hacer desaparecer: Un niño llamado Jesús nació en Belén. Y su vida extraordinaria no pudo ser ocultada por la poderosa y engrasada maquinaria de las "Nunctium mendacem" romanas.      

viernes, 9 de diciembre de 2022

Soy un gruñón y a mucha honra


En mi "lista de agravios" (calificaciones peyorativas de íntimos y familiares) hay uno, recientemente adjudicado, que me gustaría analizar. Se trata del término "gruñón" (el que gruñe con frecuencia, es decir que "muestra disgusto y repugnancia, murmurando entre dientes"; según la RAE). y sinónimo de otras lindezas como: malhumorado, protestón, cascarrabias, murmurador, rezongón...

Pero analicemos detenidamente el calificativo hasta el punto de escribir un pequeño ensayo sobre él. He investigado sobre su significado, he leído estudios al respecto de esta peculiaridad de la personalidad y me he sorprendido gratamente: ¡Ser un gruñón no es exactamente malo!

Hay estudios que afirman taxativamente que "estar de mal humor y ser un gruñón, por ejemplo, hacen pensar con más claridad."  El mal humor activaría en las personas una forma de pensar más atenta y cuidadosa (esto está publicado en "Science" en un estudio sobre las emociones). El estudio concluye que "en contraste con las personas que parecen siempre felices, las de ánimo miserable son mejores a la hora de tomar decisiones y son menos crédulas". Una persona irritable puede lidiar con situaciones más demandantes que un individuo feliz pues, al parecer, promueve en el cerebro estrategias de procesamiento de la información mejores. La felicidad está asociada a la oxitocina (la hormona del cariño) que suele reducir nuestra habilidad para detectar amenazas y nos hace más vulnerables: "La felicidad, en definitiva, sería una "señal de que estamos a salvo y de que no tenemos que prestar atención especial al entorno", por lo que "esa gente se siente realizada, se relaja y no invierte los esfuerzos necesarios para hacer realidad sus fantasías positivas y sus sueños". Un cierto "pesimismo defensivo" implica anticipar lo peor para estar preparados si eso sucede. Así te obligas a pensar en posibles soluciones.  

En el mismo estudio se comprueba que las personas tristes son mejores exponiendo sus ideas a través de argumentos escritos. Así pues "un humor moderadamente negativo puede, en realidad, promover un estilo de comunIcación más concreto, más armonioso y, en definitiva, más exitoso".

Otros estudios hacen hincapié en algunas ventajas de ser un "gruñón". Según investigaciones de la Universidad de Amsterdam los malhumorados aportan ideas originales y eficaces en pensamiento no estructurado. Parece que ante emociones negativas como la ira, esos individuos dan respuestas de motivación y asumen riesgos con más determinación.

Por otro lado se comprobó que las personas alegres son, en general, más egoístas: las personalidades "negativas" respondieron mejor a estímulos sociales de "asco, miedo, enfado, tristeza, felicidad o sorpresa". Pese al aparente contrasentido los malhumorados son mejores socialmente: actúan con un pensamiento más detallado y observador ante situaciones nuevas y desafiantes. Son también mejores negociadores gracias a su buen uso del lenguaje.

Ser más feliz nos hace prestar menos atención a las amenazas. Las personas así caen en un chantaje con mucha mayor facilidad. 

El gruñón, alguien que parece haber sucumbido al enojo, produce en realidad una respuesta más terapéutica que aquellos que se contienen: contener el enfado perjudica a la salud y produce hipertensión arterial crónica. 

Aunque la felicidad suele considerarse virtuosa, no siempre es tan válida moralmente. La Universidad de Singapur publicó en Nature un experimento sobre el "juego del ultimatum". En dicho juego se examina nuestro sentido de la justicia (determina si preferimos dividir un dinero que nos proporcionan en partes iguales o si nos sentimos felices si cada persona apuesta por sí misma) . En él se comprueba que, en general, las personas preferimos castigar la desigualdad y el trato poco ético. El resultado fue que los participantes más felices se quedaban con más parte del dinero (ofertas menos generosas) mientras que aquellos que se sentían tristes eran mucho menos egoístas (rechazando ofertas con acentuada desventaja). Esas personas prestaban más atención a las normas sociales  y a las expectativas externas y actuaban de manera más justa hacia los demás.

Existe el estereotipo de el carácter gruñón va de la mano de las arrugas y las canas. En realidad las personas mayores suelen ser más felices que la población general. Los estudios muestran que generalmente son más pacientes y están más contentos. Al avanzar la edad se produce un efecto llamado "Positivismo" que ocurre cuando tendemos a recordar lo bueno en vez de lo malo. La falsa percepción que hacemos del mal humor de "un viejo irritable" es producto muchas veces de un cúmulo de inadaptaciones que impone la sociedad a los mayores (a sus problemas de audición, de visión, de lentitud,  falta de reflejos...). Llega un momento en que pueden decidir dejar de complacer tanto a la gente y pensar: "Ya no tengo que aguantar esto".

Desde los rencores obsesivos de Newton hasta las rabietas de Beethoven, parece que los genios, a menudo, tienen, valga la redundancia, mal genio. El porqué de esta situación siempre ha sido un misterio. Recientes investigaciones, sin embargo, apuntan a que los sujetos enojados producen más ideas y son mejores en aprendizaje accidental (pensamiento desestructurado). Hay personajes actuales exitosos muy conocidos que son auténticos cascarrabias. Bill Gates o Hugh Grant son algunos de ellos. 

Así que cuando me dicen que soy un gruñón, me río y afirmo con la cabeza, y aunque exhalo un resoplido cansado y cínico;  resulto, de esta forma tan paradójica, más positivo y optimista que ellos.

martes, 29 de noviembre de 2022

Ha nacido el Niñ@ Dios (relato navideño de 2022)


Ha nacido el Niñ@ Dios

José, estupefacto, le tomó en sus manos. María, sorprendida, le apoyó en su pecho. Salomé, la partera de Belén, les miraba con  preocupación. Los signos eran claros: la estrella en lo alto del cielo suspendida sobre el portal no dejaba lugar a dudas. Las profecías lo habían anunciado exactamente así: Isaías lo afirmó: "Una joven pura dará a luz al Hijo de Dios" y pertenecerá a la estirpe de David (y aquella mujer tenía acreditada esta descendencia). También Micaías precisó que "nacería en Belén y otros profetas predijeron que sería un "nazar" (nazareno). Luego, estaban las circunstancias especiales del nacimiento: la estrella sobre el portal, las brillantes siluetas de los ángeles cantando en las alturas, los Magos venidos de Oriente, los pastores que se acercaban al  pesebre...  

Pero en el cúmulo de coincidencias había un elemento dispar, algo que no cuadraba con el espíritu y la letra de las Escrituras Sagradas. Allí, con el bebé desnudo mamando de su pecho se apreciaba claramente un pequeño detalle que no se ajustaba a lo que todos esperaban de la criatura destinada a ser Rey de los Judíos. Aquel bebé tan tierno que se agitaba sobre el pecho de María carecía de los atributos de la masculinidad, no disponía de la minúscula colita que se esperaba de un hijo varón. En la entrepierna se apreciaban claramente los labios de una vulva minúscula, la señal incuestionable de su feminidad.   

¡Qué más da! - se decidió a hablar la partera- Es una niña ¿Y qué? ¿Acaso Dios no puede ser mujer? ¿No participamos más que los hombres en la creación de la vida? 

Jose levantó los ojos y la miró con extrañeza: 

-Pero las escrituras hablan de un rey, de una persona decididamente masculina... Somos un pueblo patriarcal y así debe ser: ¡Los hombres son el sostén de la sociedad!

María intervino: 

-Pero si Dios nos hizo a su todos a su imagen y semejanza, también una mujer podría ser como Dios: sería también la imagen de Dios. Entonces mi hija tiene las mismas posibilidades que un varón de ser el Dios que estamos esperando...

Salomé terció en la discusión: 

-¿Pero realmente importa el sexo de Dios? ¿Cuáles de los atributos de la deidad son los realmente importantes? ¿El sexo lo es? ¿Para ser Salvador, Consuelo, Redentor de la humanidad; es necesaria una colita insignificante? 

Pero José, confuso, razonaba: 

- No sé, realmente eso no parece tan importante... Pero la mayoría no piensa así. No aceptarán que una mujer les represente como la Deidad que esperan. Y recordad que somos monoteístas: solo creemos en un Dios. Ningún varón aceptará que Dios sea  una mujer.

- Está bien, -concluyó María- no tienen porqué saberlo. Nadie sabrá el sexo de esta criatura divina. Nos referiremos a él como "nuestro bebé". De momento un pañal tapará sus atributos hasta el momento  de la circuncisión. En estos ocho días ya  pensaremos en algo...

Y así fue como el niñ@ Dios pasó algo más de una semana siendo festejado y admirado por pastores y reyes, por vecinos y extraños... Todos veían en él un Rey, al Hijo de Dios que, por fin iba a redimir a los judíos. A los ocho días José marchó sigilosamente a Jerusalén y trajo de allí un hombre sabio, misericordioso y temeroso de Dios que se llamaba Joel y que conocía a fondo las leyes divinas. Llegó al portal donde encontró al niño y, presto a aplicarle el cuchillo, encontró que no era posible realizar ningún corte en el cuerpo de aquel. Ante la visión que se le presentaba quedó estupefacto y tras reflexionar unos instantes comprendió los designios divinos  y exclamó: "He aquí que la sangre de esta niño ha corrido sin incisión alguna" y procedió a darle el nombre de Jesús que le había sido impuesto de antemano por el ángel. 

Y Jesús crecía. Ya de niño tuvo muchas oportunidades de pensar en la relatividad de su sexo y en los sobrevalorados atributos masculinos que eran en realidad falsos blasones de una nobleza inventada. Guardó su secreto hasta la madurez, donde se lo confesó a su amiga Magdalena. Ella, buena conocedora de los hombres supo ser discreta y no le delató. Es más, se forjó entre ellas una gran amistad que dio origen a muchas habladurías (y más que habría dado si se conociera el verdadero sexo del Mesías). Algunos se preguntaron por qué aquel hombre singular, viva imagen de Dios, se afeitaba siempre la barba. Sus discípulos, a excepción de Juan -el amado por Jesús- portaban  una poblada barba, de dimensiones bíblicas; pero nadie imaginó la causa real de su rostro lampiño. 

Tan solo un grupo de mujeres piadosas, aquellas que recogieron el cuerpo de Jesús crucificado y, desnudo, y lo prepararon para la sepultura advirtieron tras bajarlo de la cruz el sexo real del crucificado.

Pero todas comprendieron. Como madres sabían de su papel callado y oculto. Ellas, las generadoras de la vida entendían perfectamente la importancia de su misión en la Tierra, su principal  protagonismo en el cuidado de la Humanidad. Y callaron. 

lunes, 28 de noviembre de 2022

Quiero pediros perdón (carta a mis compañeros de charla)

 

Compañeros, familiares, amigos: Quiero pediros perdón.

No por sufrir en el aislamiento, perder vuestra valiosa información, incurrir en mil malentendidos cuando hablamos... No por agriarme el carácter, no poder disfrutar de la música la par que vosotros o por sentirme inquieto cuando no os entiendo... No por padecer el efecto de un barullo sin fin, soportar el silbido de una olla insoportable o descansar apenas entre sueños sibilantes... No por sentirme perdido en la selva de los sonidos, por necesitar descifrar la piedra de Roseta todo el tiempo...

Por lo que os pido perdón es por sentirme idiota; por pediros repeticiones, ser un pesado, no reír los chistes que me contáis y que no puedo comprender en ese instante; por poner cara de póker ante vuestra cháchara y sentirme agotado y aburrido en tantas conversaciones... Por destacar por mi mal carácter, ser el tipo de las rarezas, por mi "negativa" a integrarme en vuestros usos y costumbres; por  parecer tonto, pasar por gilipollas... Por desconectar cada poco, escabullirse de vuestras discusiones a voces, desinteresarme de vuestras confesiones en voz baja, reclamar espacios tranquilos; por suplicaros la aceptación de engorrosas normas conversacionales... También por hablaros en un tono de voz tan alto, por parecer que os grito, por protestar cuando no os entiendo...

Lo sé. Soy un estorbo. Un testarudo que discute sin venir a cuento. Tenaz en una discusión que parece un diálogo de sordos (o peor aún; ya que en realidad es el diálogo entre un sordo y un oyente indelicado). Por dar la impresión de "sostenella y no enmendalla", por parecer un gruñón, un cabezón, un tiquismiquis, un bicho más raro que un perro verde...

Sé que me veis así y por eso quiero pediros perdido. Me confieso culpable de no oíros tan bien como merecéis, de no escuchar vuestras inobjetables opiniones, de mi inconstancia ante el relato de vuestras interesantísimas experiencias; de mi sentido del malhumor ante los graciosísimos chistes que no me apetece reír porque, sin oírles bien, no logro entender... Confieso que no sé reprimir mi "mal carácter" cuando no consigo entender cuanto me decís, aunque lo intento, lo intento, lo intento... y lo intento una vez más.

Pero, en el colmo de la exigencia, no voy a aceptar que me interrumpáis continuamente diciendo "Escucha, escúchame", "Ya te le he dicho", "Que cabezón eres, no te bajas del burro", "¡Tienes una forma de contestar...!", "Callate que no estamos hablando de eso", "Ellos son los que saben, déjalo", "Saben más que tú", "Discutes por discutir", "Déjalo ya, eres un pesado", "Es que no te callas" ...

Porque si no puedo protestar; si no puedo decirle al mundo que vuestra forma de hablar me obliga a un cansadísimo descifrar, a un continuo distinguir entre la paja y grano... si debo seguir abusando de la confianza y el cariño de mi compañera Charo para entender de qué se habla, si debo continuar monopolizando al compañero que acepta (a veces a regañadientes) ponerse a mi lado horas enteras porque sin su ayuda estoy perdido en la conversación, si no soy nadie en las bulliciosas intervenciones corales de los grupos grandes... preferiré la tranquila soledad de una cueva. La calma del silencio. En mi soledad, al menos, me siento libre.


NOTA.

Buscando en la red puedes encontrar el testimonio de personas sordas que describen su problema. Me ha gustado : Mujer sorda y cyborg, de Coral Herrera Gómez

miércoles, 19 de octubre de 2022

Surtido de gilipolleces

Sufro hartazgo de figuras retóricas inadecuadas, innecesarias e inoportunas. Las encuentro escritas en los medios, anunciadas en las paredes, en las conversaciones a pie de calle, en las charlas al costado de la barra del bar...  Paseo por mi ciudad y me doy de bruces con expresiones sorprendentes que me hacen dudar de si perdí la ubicación, de si estoy en mi tiempo. Por momentos pienso que me han expatriado, que vivo en un lugar extraño.


Busco la panadería y me encuentro sobre la puerta un nuevo cartel que me presenta el establecimiento habitual como "Boutique del pan" y me hace pensar que allí se visten las hogazas y adornan las barras de leña con chales enharinados. Entro en la farmacia y me doy de bruces con un letrero que pone "Cesación tabáquica" y el clásico anhelo de dejar de fumar adquiere tintes castradores, aires de exterminio. Perturbado me dirijo a un bar para tomarme una cañita y digerir semejantes barbaridades y me encuentro el establecimiento intitulado "Gastrobar" y a su costado el  familiar restaurante rebautizado "Gastroteca".  Finalmente, tras mis compras en el Corte Inglés, paso por la "tienda gourmet" y me compro unas "delicatessen" para invitar en mi cumple. 

De vuelta a la calle piso sin querer una "deposición canina" y corro a sentarme en un banco del "espacio de ocio", enfrente de un hotel que anunciaba "pernoctaciones" a 60 euros. Necesitando relajarme me acerqué a un pub que se anunciaba como rincón "chill out" 

Y allí, mientras me tomo una "birra", medito sobre el surtido de chorradas, tonterías y gilipolleces que nos presenta la cartelería del barrio. 


viernes, 14 de octubre de 2022

Adiós ríos, adiós fontes

Carta de despedida a íntimos y familiares.



A vosotros, los que me conocéis bien; a los que habéis compartido momentos de vida, de gozos y penas: adiós.

Me despido ante la certidumbre del fin, ante el probado colapso del planeta.

Ya hemos comentado y discutido muchas veces esta amenaza, manifestada ya, de la destrucción de nuestro hogar, la Tierra. Ahora se consuma. Vivimos en un lugar que se degrada de forma irreversible. Hemos pasado la cresta de la curva del desastre medioambiental y cruzamos el punto de no retorno. Ya es tarde.

Lo seguiremos intentando; ahora asustados, horrorizados al vislumbrar este futuro que nos negamos a contemplar. Degollamos a los profetas, les acusamos de catastrofistas, de aguafiestas... ¡Ya estamos pagando nuestra dejadez, nuestra complacencia!

En el tiempo que nos queda, aprovecho para despedirme. Hemos disfrutado de este gigantesco y gratuito parque de atracciones que es nuestro hermoso planeta, pero el todo gratis ha hecho que menospreciemos su valor, que olvidemos su mantenimiento y reconozcamos su precario equilibrio.

Adiós, amigos. Hasta nunca padres, hermanos y allegados míos. Os recordaré, hasta el último minuto, disfrutando de los bienes regalados por la naturaleza: playas,ríos, fuentes, montañas, bosques... Reviviré nuestras excursiones, viajaré de nuevo entre los los países que recuerde aún mi memoria y admiraré otra vez sus bellezas.

Me detendré un momento en algún instante en que os vea reunidos en torno a la frescura de una fuente,sentados en la hierba y a la sombra de algún árbol frondoso que nos cubra a todos. En mi último pensamiento os veré allí, junto a mí disfrutando de la vida. Y sentiré una profunda tristeza por lo perdido, por lo irremediable de nuestra estupidez.

Adiós. Mejor hacerlo ahora cuando aún hay tiempo para las despedidas. Después ya no habrá tiempo ni siquiera para esto.

Os quiero pese a todo, como se quiere a un amigo o a un hermano, aún en medio de su crimen. Y yo también soy culpable. Acepto la parte que me toca. Asumo el castigo en lo que a mí concierne; pero a los más jóvenes, a los niños, a los que aún no han nacido... no puedo siguiera pediros perdón. Nuestro pecado es imperdonable.

Adiós a todos. En el ocaso de la vida, solo nos queda el ayer.

Atte.

Jesús M. 



Carta de despedida a mi madre Tierra.


Como hijo tuyo, como criatura que vivió gracias a ti, quiero pedirte perdón.

Me hiciste, me criaste, me mantuviste en la madurez y, aún, me sostienes entre tus viejos y cansados brazos en estos años del ocaso. Nunca te lo agradeceré bastante.


Me regalaste los juguetes más preciosos que un niño pudiera desear: playas de arenas doradas, frescos ríos saltarines, praderas de hierba verde donde corretear, lejanas montañas a las que conquistar en tus sueños, cielos de infinitos blancos y azules, árboles misteriosos que ascendías con valentía sin explicarte cómo, flores maravillosas para oler, cortar o regalar... ¡Tantas cosas!

Y ahora, madre, como hijo pródigo, derrochador de tu herencia, he despilfarrado tus dones. En los próximos años veré ensuciarse el azul de tus cielos, se oscurecerá el agua de tus ríos, las arenas de las playas serán sepultadas por residuos plásticos, las flores... ¿olerán aún las flores?




Perdón y adiós. Sé que aún nos quieres. Sé que no nos guardas rencor ¿Cómo puede odiar una madre a uno de sus hijos? Pero entiendo la profunda tristeza a la que te hemos llevado. Esa tristeza, al final, también será nuestra cuando un día comprendamos.

Tu hijo.

Jesús M.


Está dicho; está escrito

En una entrevista de Andrea Ropero a Noam Chomsky; este alerta del cambio climático: "Nos acercamos al momento en el que nos podemos ir despidiendo unos de otros".
Chomsky lo tiene claro: "Tenemos una ventana de oportunidad muy estrecha para resolver los problemas y frenar la destrucción del medio ambiente". "Si llegamos a esos puntos de inflexión, que son irreversibles, básicamente nos podemos ir despidiendo los unos de los otros", advierte Chomsky, que alerta de que "nos estamos acercando muchísimo a ese momento".  

Además, el filósofo y analista internacional destaca la guerra de Ucrania: "Una de sus consecuencias más aterradoras es el aumento del uso de los combustibles fósiles y los planes para seguir prolongando su uso". "Las corporaciones energéticas están eufóricas por los beneficios", destaca Chomsky, que critica que "es el capitalismo salvaje volviéndose loco": "Vamos a generar todos los beneficios que podamos aunque sepamos que estamos destruyendo cualquier posibilidad de supervivencia en unos años"


Rosalía de Castro lo expresó como nadie

Este poema, tan íntimo y concreto, describe la nostalgia por la naturaleza perdida. Los paisajes de la infancia y juventud que nunca ya, podremos volver a contemplar. Aunque nunca imaginara la gran poetisa gallega que el fin de sus ríos y fontes lo ocasionara el cambio climático en vez de una obligada separación; los sentimientos y la belleza de las imágenes se ajustan a nuestra situación en ciernes.

Adiós ríos, adiós fontes

Adiós ríos, adiós fontes
adiós, regatos pequenos;
adiós, vista dos meus ollos,
non sei cándo nos veremos

Miña terra, miña terra,
terra donde m’eu criei,
hortiña que quero tanto,
figueiriñas que prantei

Prados, ríos, arboredas,
pinares que move o vento,
paxariños piadores,
casiña d’o meu contento

Muiño dos castañares,
noites craras do luar,
campaniñas timbradoiras
da igrexiña do lugar

Amoriñas das silveiras
que eu lle daba ó meu amor,
camiñiños antre o millo,
¡adiós para sempre adiós!

¡Adiós, gloria! ¡Adiós, contento!
¡Deixo a casa onde nacín,
deixo a aldea que conoso,
por un mundo que non vin!

Deixo amigos por extraños,
deixo a veiga polo mar;
deixo, en fin, canto ben quero…
¡quén puidera non deixar!

[…]

Adiós, adiós, que me vou,
herbiñas do camposanto,
donde meu pai se enterrou,
herbiñas que biquei tanto,

[…]

Xa se oien lonxe, moi lonxe,
as campanas do pomar;
para min, ¡ai!, coitadiño,
nunca máis han de tocar

[…]

¡Adiós tamén, queridiña…
Adiós por sempre quizáis!…
Dígoche este adiós chorando
desde a beiriña do mar

Non me olvides, queridiña,
si morro de soidás…
tantas légoas mar adentro…
¡Miña casiña!, ¡meu lar!

 

Adiós ríos, adiós fuentes

Adiós, ríos; adiós, fuentes;
adiós, arroyos pequeños;
adiós, vista de mis ojos,
no sé cuando nos veremos

Tierra mía, tierra mía,
tierra donde me crié,
huertecilla que tanto amo
higueruelas que planté

Prados, ríos, arboledas,
pinares que mueve el viento,
pajarillos piadores,
casitas de mi contento

Molino entre castaños,
noches de luz de luna
campanitas timbradoras
de la iglesia del lugar

Zarzamoras de las zarzas
que le daba yo a mi amor
caminos de los maizales
¡adiós para siempre adiós!

¡Adiós, gloria! ¡Adiós, contento!
¡Casa donde yo nací,
dejo mi pequeño pueblo,
por un mundo que no vi!

Dejo amigos por extraños,
dejo vegas por el mar,
dejo en fin, cuanto bien quiero…
¡quién pudiera no dejar!

[…]

Adiós, adiós, que me voy,
hierbas de mi camposanto,
donde padre se enterró,
hierbas que he besado tanto

[…]

Ya se oyen lejos, muy lejos
campanas del manzanal
para mí, ¡ay! pobrecillo
nunca más me tocarán

[…]

¡Adiós también, ay querida…
Adiós por siempre quizás!
Te digo este adiós llorando
desde la orilla del mar

No me olvides, ay querida,
si muero de soledad…
tantas leguas mar adentro
¡Adiós mi casa!, ¡mi hogar!

TRADUCIÓN AO ESPAÑOL DE AMADEO MAGARIÑOS



Y la música de Amancio Prada se ajusta como un guante al poema.

viernes, 7 de octubre de 2022

Rubia tonta (Blonde)



Para cualquier desconocedor del idioma inglés (y cada vez somos menos) resulta extraño este título de película. Fonéticamente nos suena a "Blando" y no se acerca, en absoluto, a su significado en la lengua de Shakespeare. Buceando en mi memoria me acerco un poco más a su verdadero significado al rebuscar en mis lecturas adolescentes. Recuerdo (aquello captó mi atención) el texto de la novela Chacal de Frederick Forsythe. En el oscuro sótano donde torturaban a un tal Vikto, un ex legionario a sueldo de la OAS, este parece emplear (para referirse al asesino, "Chacal", de la novela) lo que ellos piensan que es la palabra "bon" ("bueno"); pero de forma contradictoria se refiere también a él como "fêcheur" (un tipo molesto, enojoso). Al menos eso es lo que transcriben los auditores de la cinta con la confesión. Pero el coronel al mando cae en la cuenta de que la transcripción es errónea y llega a la conclusión correcta (transcribo literalmente):

"Kowalski no se había referido al extranjero llamándole bon sino "blond", rubio. Y la palabra salida de aquellos labios desgarrados que había sido transcrita como fâcheur había sido en realidad faucher, en su significado de asesino."

Así que "blond" es rubio y "blonde" sería pelo rubio.

Pero tampoco acierto aquí. No es al francés al que hay que referirse. El término está extraído del inglés: "blonde" que significa "rubio" empleado como adjetivo y "rubia" como sustantivo. Al fin llegamos al significado exacto: "rubia". Más exactamente habría que referirse a "platinum blonde" (rubia platino) por su mítico cabello oxigenado. Es decir, finalmente, hablamos de Marilyn Monroe. Pero tampoco es real: en realidad lo hacemos de Norma Jeane Mortenson. Así, que por complicados vericuetos llegamos al comentario de una película.


Mucho se escribe en estos días sobre la película de Andrew Dominik inspirada en la novela de la cinco veces finalista al Premio Pulitzer, Joyce Carol Oates. El estreno del film se había postpuesto desde julio de 2019 con el fin de ser estrenada en Cannes, pero Netflix se negó. Es descrita como técnicamente interesante ("Un trabajo de orfebrería técnica brutal, consiguiendo una narrativa visual de lo más impactante, etérea y fluída", Javier Yuste), interpretativamente sensacional ("Trabajo de Ana de Armas portentoso", Nando Sandá), ambientalmente angustiosa ("recreación exacta y a la vez meditación emborronada por la angustia", Sergi Sánchez), biográficamente incompleta y sesgada ("Lo que falla es que se han quedado fuera aquellas partes de la vida de Norma Jean menos explotadas y conocidas" Pepa Blanes; "Se trata de imaginar qué sentía NOrma Jeane, no de hacer un biopic al uso", Sergi Sánchez)... Las críticas se me amontonan y no oes cuestión "recriticarlas".

Personalmente, tras su visionado en TV a través de Netflix (aprovechando una suscripción transitoria) resulto impactado. Me sumerjo en el personaje, en su psicología, en su descarnada (o más bien encarnada, pues hay mucha carne sugerida en las imágenes) humanidad. Desasosegante todo el tiempo, transito desde la ternura hasta la angustia a lo largo del film. Aún así me rindo a la belleza y la genial interpretación de al joven Ana de Armas (respetuosa y cuidadosa con su papel, a la par que hermosa como la propia protagonista). La película me ha hecho reflexionar sobre la profundidad del alma de un personaje que siempre juzgué frívolo y superficial. 


Unos de los aspectos más controvertidos del personaje de Marilyn fue su "inteligencia". Existen mitos muy extendidos sobre su presunto CI, al que adjudican el estratosférico valor de 165 (5 puntos más que el adjudicado al mismo Albert Einstein). Existe una anécdota muy conocida sobre el encuentro (real) entre nuestra diva y el célebre científico. Ocurrió  en 1949 en el transcurso de una recepción (c/ Maribu 165).  Una Marilyn 47 años más joven  le habría lanzado a bocajarro la siguiente propuesta:

"Qué dice profesor, deberíamos casarnos y tener un hijo juntos? ¿Se imagina un bebé con mi belleza y su inteligencia?

A lo que el científico habría respondido (de forma ingeniosa, sí; pero cargada de prejuicios):  

- "Desafortunadamente me temo que el experimento salga a la inversa y terminemos con un hijo con mi belleza y su inteligencia".

Esta falsa anécdota en realidad está tomada de un encuentro certificado entre Isadora Duncan y el escritor George Bernard Shaw. Aquel diálogo transcurrió así:

- "Usted y yo deberíamos tener hijos: tendrían mi belleza y su inteligencia",
propuso Isadora. A lo que Shaw respondió:

"Mejor ni no los tenemos, por si acaso nacen con mi belleza y su inteligencias."

La información de un CI=165 (muy extendida) no tiene constancia alguna de veracidad. Esto se puede rastrear en las redes desde 2013 (Bazz Feed, 5 de agosto). Pero no hay ninguna cita que lo valide, ni prueba alguna de que hubiera hecho el test correspondiente, aunque por aquella época los test de inteligencia (Escalas Wechsler y Satanford-Binet)ya se habían implementados en educación y selección de candidatos a diversas funciones. Ni siquiera una revisión exhaustiva de su vida escolar (momento probable de realización de este tipo de pruebas) agregó prueba alguna. La página web Fast Check, que se dedica a rastrear o desmentir si algo que circula por internet es real, el 23 de mayo de 2017 se puso a verificar este supuesto y no encontró nada que lo confirmara.

Sin embargo; es evidente que Norma era bastante inteligente (no vamos a poner cifras a algo tan abstracto y discutido como es la inteligencia o sus múltiples factores). Están documentadas frases y comentarios de la actriz que demuestran una agudeza mental considerable. 
Por ejemplo en la película "Los caballeros las prefieren rubias" desliza en los diálogos una frase de su propia cosecha tan certera como esta:
"Puedo ser inteligente cuando es importante; pero a la mayoría de los hombres no les gusta"

Por comentarios de su psiquiatra, Ralph Greenson, sabemos que le gustaba leer y que podía hablar con interés de autores consagrados como S. Freud ("Conferencias de introducción al psicoanálisis",  de Joyce ("Ulises"), de W. Shakespeare, Homero... entre otros autores.

Era menos popular entre las mujeres que entre los hombres, ya que no podían identificarse con ella y no la apoyaban". Esto cambiaría después de su muerte al analizar su vida y su obra donde se redescubre como feminista, librepensadora y comunista en opinión de algunos. 

En palabras de Jonathan Rosenbaum (autor y crítico cinematográfico), Marilyn "Descubrió a edad temprana que su mayor poder radicaba en su capacidad de parecer y sonar inocente, desventurada, indefensa..." Aceptó poner cara a los estereotipos de su época como mujer inocente y frágil. No hizo ascos a presentarse como "rubia", "ingenua", "desinhibida", "chica con curvas", "Barbie"... aunque, al final estaba harta de ser confundida constantemente con su imagen pública.  

De su habilidad para utilizar sus propios recursos y manipular situaciones da idea esta anécdota recogida de rodaje de "La Tempestad", de Fritz Lang en 1952: 
Fue responsable de echar a perder 27 tomas de una escena en la que ella solo debía decir una línea. El tema es que, antes de llegar a esta, varios actores debían realizar una compleja serie de movimientos. Cuando dijo sus línea correctamente. Lang gritó "corten" y suspiro cansado. Más tarde, Marilyn en los camerinos confesó a un allegado que lo había hecho a propósito: "Sencillamente no me gustaba como funcionaba la escena. Cuando me gustó dije mi línea perfectamente".

Finalizo mi particular defensa de las aptitudes de "Norma Jane" (las de Marilyn, son obvias y aceptadas por todos), reseñando su sorprendente cultura. "Había estudiado literatura en la universidad; era una amante de los libros y una gran lectora". Estudió hasta secundaria y recibió clases de historia. Era una lectora voraz y podía discutir e impresionar a su propio marido: Henry Miller, escritor consagrado. En cuanto al talento interpretativo, el reconocido profesor de interpretación Lee Strasberg declaró que solo había encontrado dos auténticos genios en su vida durante sus clases: Marlon Brando y Marilyn. Poseía además una particular viveza en el uso del lenguaje: "La gente comenzó a decir que era lesbiana. Sonreí. No hay sexo incorrecto si hay amor en él"

Mi particular adiós, Marilyn. Con 60 años de retraso asisto a una revisión de tu vida y la conmemoración de tu muerte. Me has impresionado. 
 

NOTA: Despido esta entrada con una plegaria. Es un poema, una oración, con la que me topé por casualidad y está escrita por el comprometido sacerdote nicaragüense adscrito a las Teología de la Liberación Ernesto Cardenal.

ORACIÓN POR MARILYN MONROE

Señor:

recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de Marilyn Monroe,
aunque ése no era su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los 9 años
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje,
sin su Agente de Prensa, sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta frente a la noche espacial.


Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia (según cuenta el Times)
ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también algo más que eso...
Las cabezas son los admiradores, es claro
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox.
El templo -de mármol y oro- es el templo de su cuerpo
en el que está el hijo de Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de la 20th Century-Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.

Señor:
en este mundo contaminado de pecados y de radiactividad,
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda
que como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos,
el de nuestras propias vidas, y era un script absurdo.
Perdónala, Señor, y perdónanos a nosotros por nuestra 20th Century
por esa Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado.
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
Para la tristeza de no ser santos se le recomendó el Psicoanálisis.
Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
y el odio al maquillaje insistiendo en maquillarse en cada escena
y cómo se fue haciendo mayor el horror
y mayor la impuntualidad a los estudios.


Como toda empleadita de tienda soñó ser estrella de cine.
Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y archiva.
Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
que cuando se abren los ojos se descubre que fue bajo reflectores
¡y se apagan los reflectores!
Y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)
mientras el Director se aleja con su libreta porque la escena ya fue tomada.
O como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en Río,
la recepción en la mansión del Duque y la Duquesa de Windsor
vistos en la salita del apartamento miserable.


La película terminó sin el beso final.
La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.
Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.
Fue como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga
y oye tan solo la voz de un disco que le dice: WRONG NUMBER
O como alguien que herido por los gangsters
alarga la mano a un teléfono desconectado.

Señor:
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar y no llamó
(y tal vez no era nadie o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de los Ángeles)
¡contesta Tú al teléfono!