Carta de despedida a íntimos y familiares.
A vosotros, los que me conocéis bien; a los que habéis compartido momentos de vida, de gozos y penas: adiós.
Me despido ante la certidumbre del fin, ante el probado colapso del planeta.
Ya hemos comentado y discutido muchas veces esta amenaza, manifestada ya, de la destrucción de nuestro hogar, la Tierra. Ahora se consuma. Vivimos en un lugar que se degrada de forma irreversible. Hemos pasado la cresta de la curva del desastre medioambiental y cruzamos el punto de no retorno. Ya es tarde.
Lo seguiremos intentando; ahora asustados, horrorizados al vislumbrar este futuro que nos negamos a contemplar. Degollamos a los profetas, les acusamos de catastrofistas, de aguafiestas... ¡Ya estamos pagando nuestra dejadez, nuestra complacencia!
En el tiempo que nos queda, aprovecho para despedirme. Hemos disfrutado de este gigantesco y gratuito parque de atracciones que es nuestro hermoso planeta, pero el todo gratis ha hecho que menospreciemos su valor, que olvidemos su mantenimiento y reconozcamos su precario equilibrio.
Adiós, amigos. Hasta nunca padres, hermanos y allegados míos. Os recordaré, hasta el último minuto, disfrutando de los bienes regalados por la naturaleza: playas,ríos, fuentes, montañas, bosques... Reviviré nuestras excursiones, viajaré de nuevo entre los los países que recuerde aún mi memoria y admiraré otra vez sus bellezas.
Me detendré un momento en algún instante en que os vea reunidos en torno a la frescura de una fuente,sentados en la hierba y a la sombra de algún árbol frondoso que nos cubra a todos. En mi último pensamiento os veré allí, junto a mí disfrutando de la vida. Y sentiré una profunda tristeza por lo perdido, por lo irremediable de nuestra estupidez.
Adiós. Mejor hacerlo ahora cuando aún hay tiempo para las despedidas. Después ya no habrá tiempo ni siquiera para esto.
Os quiero pese a todo, como se quiere a un amigo o a un hermano, aún en medio de su crimen. Y yo también soy culpable. Acepto la parte que me toca. Asumo el castigo en lo que a mí concierne; pero a los más jóvenes, a los niños, a los que aún no han nacido... no puedo siguiera pediros perdón. Nuestro pecado es imperdonable.
Adiós a todos. En el ocaso de la vida, solo nos queda el ayer.
Atte.
Jesús M.
Carta de despedida a mi madre Tierra.
Como hijo tuyo, como criatura que vivió gracias a ti, quiero pedirte perdón.
Me hiciste, me criaste, me mantuviste en la madurez y, aún, me sostienes entre tus viejos y cansados brazos en estos años del ocaso. Nunca te lo agradeceré bastante.
Me regalaste los juguetes más preciosos que un niño pudiera desear: playas de arenas doradas, frescos ríos saltarines, praderas de hierba verde donde corretear, lejanas montañas a las que conquistar en tus sueños, cielos de infinitos blancos y azules, árboles misteriosos que ascendías con valentía sin explicarte cómo, flores maravillosas para oler, cortar o regalar... ¡Tantas cosas!
Y ahora, madre, como hijo pródigo, derrochador de tu herencia, he despilfarrado tus dones. En los próximos años veré ensuciarse el azul de tus cielos, se oscurecerá el agua de tus ríos, las arenas de las playas serán sepultadas por residuos plásticos, las flores... ¿olerán aún las flores?
Perdón y adiós. Sé que aún nos quieres. Sé que no nos guardas rencor ¿Cómo puede odiar una madre a uno de sus hijos? Pero entiendo la profunda tristeza a la que te hemos llevado. Esa tristeza, al final, también será nuestra cuando un día comprendamos.
Tu hijo.
Está dicho; está escrito
En una entrevista de Andrea Ropero a Noam Chomsky; este alerta del cambio climático: "Nos acercamos al momento en el que nos podemos ir despidiendo unos de otros".Chomsky lo tiene claro: "Tenemos una ventana de oportunidad muy estrecha para resolver los problemas y frenar la destrucción del medio ambiente". "Si llegamos a esos puntos de inflexión, que son irreversibles, básicamente nos podemos ir despidiendo los unos de los otros", advierte Chomsky, que alerta de que "nos estamos acercando muchísimo a ese momento".
Además, el filósofo y analista internacional destaca la guerra de Ucrania: "Una de sus consecuencias más aterradoras es el aumento del uso de los combustibles fósiles y los planes para seguir prolongando su uso". "Las corporaciones energéticas están eufóricas por los beneficios", destaca Chomsky, que critica que "es el capitalismo salvaje volviéndose loco": "Vamos a generar todos los beneficios que podamos aunque sepamos que estamos destruyendo cualquier posibilidad de supervivencia en unos años".
Rosalía de Castro lo expresó como nadie
Adiós ríos, adiós fontes Adiós ríos, adiós fontes Miña terra, miña terra, Prados, ríos, arboredas, Muiño dos castañares, Amoriñas das silveiras ¡Adiós, gloria! ¡Adiós, contento! Deixo amigos por extraños, […] Adiós, adiós, que me vou, […] Xa se oien lonxe, moi lonxe, […] ¡Adiós tamén, queridiña… Non me olvides, queridiña, |
Adiós ríos, adiós fuentes Adiós, ríos; adiós, fuentes; Tierra mía, tierra mía, Prados, ríos, arboledas, Molino entre castaños, Zarzamoras de las zarzas ¡Adiós, gloria! ¡Adiós, contento! Dejo amigos por extraños, […] Adiós, adiós, que me voy, Ya se oyen lejos, muy lejos […] ¡Adiós también, ay querida… No me olvides, ay querida, TRADUCIÓN AO ESPAÑOL DE AMADEO MAGARIÑOS |
Y la música de Amancio Prada se ajusta como un guante al poema.
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