viernes, 7 de octubre de 2022

Rubia tonta (Blonde)



Para cualquier desconocedor del idioma inglés (y cada vez somos menos) resulta extraño este título de película. Fonéticamente nos suena a "Blando" y no se acerca, en absoluto, a su significado en la lengua de Shakespeare. Buceando en mi memoria me acerco un poco más a su verdadero significado al rebuscar en mis lecturas adolescentes. Recuerdo (aquello captó mi atención) el texto de la novela Chacal de Frederick Forsythe. En el oscuro sótano donde torturaban a un tal Vikto, un ex legionario a sueldo de la OAS, este parece emplear (para referirse al asesino, "Chacal", de la novela) lo que ellos piensan que es la palabra "bon" ("bueno"); pero de forma contradictoria se refiere también a él como "fêcheur" (un tipo molesto, enojoso). Al menos eso es lo que transcriben los auditores de la cinta con la confesión. Pero el coronel al mando cae en la cuenta de que la transcripción es errónea y llega a la conclusión correcta (transcribo literalmente):

"Kowalski no se había referido al extranjero llamándole bon sino "blond", rubio. Y la palabra salida de aquellos labios desgarrados que había sido transcrita como fâcheur había sido en realidad faucher, en su significado de asesino."

Así que "blond" es rubio y "blonde" sería pelo rubio.

Pero tampoco acierto aquí. No es al francés al que hay que referirse. El término está extraído del inglés: "blonde" que significa "rubio" empleado como adjetivo y "rubia" como sustantivo. Al fin llegamos al significado exacto: "rubia". Más exactamente habría que referirse a "platinum blonde" (rubia platino) por su mítico cabello oxigenado. Es decir, finalmente, hablamos de Marilyn Monroe. Pero tampoco es real: en realidad lo hacemos de Norma Jeane Mortenson. Así, que por complicados vericuetos llegamos al comentario de una película.


Mucho se escribe en estos días sobre la película de Andrew Dominik inspirada en la novela de la cinco veces finalista al Premio Pulitzer, Joyce Carol Oates. El estreno del film se había postpuesto desde julio de 2019 con el fin de ser estrenada en Cannes, pero Netflix se negó. Es descrita como técnicamente interesante ("Un trabajo de orfebrería técnica brutal, consiguiendo una narrativa visual de lo más impactante, etérea y fluída", Javier Yuste), interpretativamente sensacional ("Trabajo de Ana de Armas portentoso", Nando Sandá), ambientalmente angustiosa ("recreación exacta y a la vez meditación emborronada por la angustia", Sergi Sánchez), biográficamente incompleta y sesgada ("Lo que falla es que se han quedado fuera aquellas partes de la vida de Norma Jean menos explotadas y conocidas" Pepa Blanes; "Se trata de imaginar qué sentía NOrma Jeane, no de hacer un biopic al uso", Sergi Sánchez)... Las críticas se me amontonan y no oes cuestión "recriticarlas".

Personalmente, tras su visionado en TV a través de Netflix (aprovechando una suscripción transitoria) resulto impactado. Me sumerjo en el personaje, en su psicología, en su descarnada (o más bien encarnada, pues hay mucha carne sugerida en las imágenes) humanidad. Desasosegante todo el tiempo, transito desde la ternura hasta la angustia a lo largo del film. Aún así me rindo a la belleza y la genial interpretación de al joven Ana de Armas (respetuosa y cuidadosa con su papel, a la par que hermosa como la propia protagonista). La película me ha hecho reflexionar sobre la profundidad del alma de un personaje que siempre juzgué frívolo y superficial. 


Unos de los aspectos más controvertidos del personaje de Marilyn fue su "inteligencia". Existen mitos muy extendidos sobre su presunto CI, al que adjudican el estratosférico valor de 165 (5 puntos más que el adjudicado al mismo Albert Einstein). Existe una anécdota muy conocida sobre el encuentro (real) entre nuestra diva y el célebre científico. Ocurrió  en 1949 en el transcurso de una recepción (c/ Maribu 165).  Una Marilyn 47 años más joven  le habría lanzado a bocajarro la siguiente propuesta:

"Qué dice profesor, deberíamos casarnos y tener un hijo juntos? ¿Se imagina un bebé con mi belleza y su inteligencia?

A lo que el científico habría respondido (de forma ingeniosa, sí; pero cargada de prejuicios):  

- "Desafortunadamente me temo que el experimento salga a la inversa y terminemos con un hijo con mi belleza y su inteligencia".

Esta falsa anécdota en realidad está tomada de un encuentro certificado entre Isadora Duncan y el escritor George Bernard Shaw. Aquel diálogo transcurrió así:

- "Usted y yo deberíamos tener hijos: tendrían mi belleza y su inteligencia",
propuso Isadora. A lo que Shaw respondió:

"Mejor ni no los tenemos, por si acaso nacen con mi belleza y su inteligencias."

La información de un CI=165 (muy extendida) no tiene constancia alguna de veracidad. Esto se puede rastrear en las redes desde 2013 (Bazz Feed, 5 de agosto). Pero no hay ninguna cita que lo valide, ni prueba alguna de que hubiera hecho el test correspondiente, aunque por aquella época los test de inteligencia (Escalas Wechsler y Satanford-Binet)ya se habían implementados en educación y selección de candidatos a diversas funciones. Ni siquiera una revisión exhaustiva de su vida escolar (momento probable de realización de este tipo de pruebas) agregó prueba alguna. La página web Fast Check, que se dedica a rastrear o desmentir si algo que circula por internet es real, el 23 de mayo de 2017 se puso a verificar este supuesto y no encontró nada que lo confirmara.

Sin embargo; es evidente que Norma era bastante inteligente (no vamos a poner cifras a algo tan abstracto y discutido como es la inteligencia o sus múltiples factores). Están documentadas frases y comentarios de la actriz que demuestran una agudeza mental considerable. 
Por ejemplo en la película "Los caballeros las prefieren rubias" desliza en los diálogos una frase de su propia cosecha tan certera como esta:
"Puedo ser inteligente cuando es importante; pero a la mayoría de los hombres no les gusta"

Por comentarios de su psiquiatra, Ralph Greenson, sabemos que le gustaba leer y que podía hablar con interés de autores consagrados como S. Freud ("Conferencias de introducción al psicoanálisis",  de Joyce ("Ulises"), de W. Shakespeare, Homero... entre otros autores.

Era menos popular entre las mujeres que entre los hombres, ya que no podían identificarse con ella y no la apoyaban". Esto cambiaría después de su muerte al analizar su vida y su obra donde se redescubre como feminista, librepensadora y comunista en opinión de algunos. 

En palabras de Jonathan Rosenbaum (autor y crítico cinematográfico), Marilyn "Descubrió a edad temprana que su mayor poder radicaba en su capacidad de parecer y sonar inocente, desventurada, indefensa..." Aceptó poner cara a los estereotipos de su época como mujer inocente y frágil. No hizo ascos a presentarse como "rubia", "ingenua", "desinhibida", "chica con curvas", "Barbie"... aunque, al final estaba harta de ser confundida constantemente con su imagen pública.  

De su habilidad para utilizar sus propios recursos y manipular situaciones da idea esta anécdota recogida de rodaje de "La Tempestad", de Fritz Lang en 1952: 
Fue responsable de echar a perder 27 tomas de una escena en la que ella solo debía decir una línea. El tema es que, antes de llegar a esta, varios actores debían realizar una compleja serie de movimientos. Cuando dijo sus línea correctamente. Lang gritó "corten" y suspiro cansado. Más tarde, Marilyn en los camerinos confesó a un allegado que lo había hecho a propósito: "Sencillamente no me gustaba como funcionaba la escena. Cuando me gustó dije mi línea perfectamente".

Finalizo mi particular defensa de las aptitudes de "Norma Jane" (las de Marilyn, son obvias y aceptadas por todos), reseñando su sorprendente cultura. "Había estudiado literatura en la universidad; era una amante de los libros y una gran lectora". Estudió hasta secundaria y recibió clases de historia. Era una lectora voraz y podía discutir e impresionar a su propio marido: Henry Miller, escritor consagrado. En cuanto al talento interpretativo, el reconocido profesor de interpretación Lee Strasberg declaró que solo había encontrado dos auténticos genios en su vida durante sus clases: Marlon Brando y Marilyn. Poseía además una particular viveza en el uso del lenguaje: "La gente comenzó a decir que era lesbiana. Sonreí. No hay sexo incorrecto si hay amor en él"

Mi particular adiós, Marilyn. Con 60 años de retraso asisto a una revisión de tu vida y la conmemoración de tu muerte. Me has impresionado. 
 

NOTA: Despido esta entrada con una plegaria. Es un poema, una oración, con la que me topé por casualidad y está escrita por el comprometido sacerdote nicaragüense adscrito a las Teología de la Liberación Ernesto Cardenal.

ORACIÓN POR MARILYN MONROE

Señor:

recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de Marilyn Monroe,
aunque ése no era su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los 9 años
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje,
sin su Agente de Prensa, sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta frente a la noche espacial.


Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia (según cuenta el Times)
ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también algo más que eso...
Las cabezas son los admiradores, es claro
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox.
El templo -de mármol y oro- es el templo de su cuerpo
en el que está el hijo de Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de la 20th Century-Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.

Señor:
en este mundo contaminado de pecados y de radiactividad,
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda
que como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos,
el de nuestras propias vidas, y era un script absurdo.
Perdónala, Señor, y perdónanos a nosotros por nuestra 20th Century
por esa Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado.
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
Para la tristeza de no ser santos se le recomendó el Psicoanálisis.
Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
y el odio al maquillaje insistiendo en maquillarse en cada escena
y cómo se fue haciendo mayor el horror
y mayor la impuntualidad a los estudios.


Como toda empleadita de tienda soñó ser estrella de cine.
Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y archiva.
Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
que cuando se abren los ojos se descubre que fue bajo reflectores
¡y se apagan los reflectores!
Y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)
mientras el Director se aleja con su libreta porque la escena ya fue tomada.
O como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en Río,
la recepción en la mansión del Duque y la Duquesa de Windsor
vistos en la salita del apartamento miserable.


La película terminó sin el beso final.
La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.
Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.
Fue como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga
y oye tan solo la voz de un disco que le dice: WRONG NUMBER
O como alguien que herido por los gangsters
alarga la mano a un teléfono desconectado.

Señor:
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar y no llamó
(y tal vez no era nadie o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de los Ángeles)
¡contesta Tú al teléfono!

 


 

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