Celos
- Ese hijoputa me hizo el carro y se tiró
a mi mujer mientras estaba en la huerta de los cojones… ¡Maldito sea el jodido
ayuntamiento que nos puso a los jubilados esos huertos de autoconsumo: “huertos
de autocornudos” deberían llamarse! Porque, vamos, son una invitación a los
vecinos a la jodienda en casa ajena. Yo deslomándome con la azada y este
desgraciao beneficiándose a la parienta a mis espaldas. Ahora, que va listo. Esta
partida pienso ganarla yo; con la puntería que tengo no puedo fallar ¡si de
joven le daba a un pájaro a cien metros!
A sus espaldas, sopesó las dos bolas de
acero de casi un kilo cada una. Su vecino se dio la vuelta mostrándole el lomo y,
en ese momento, se inclinó para recoger su bola. Entonces fijando la mirada en su nuca, dejó caer la mano derecha disponiéndose a
lanzar fuertemente la bola.
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