miércoles, 12 de diciembre de 2018

For n=1 to 3 goto 'niñoríe'


Cuento de Navidad 2018


For n=1  To 3  'niñoríe'
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// Bucle de sonrisas cada vez que el pastor se acerque con su regalo
// Si se acerca un Rey Mago hacer To 10
...

Alberto pensaba en alto mientras escribía las líneas de código. En tono monótono verbalizaba sus pensamientos como si fuera una computadora parlante. Sus compañeros de NovoSystem estaban acostumbrados a las rarezas de aquel veinteañero asocial ; pero reconocían que era el mejor programador de la empresa y se había ganado el respeto de todos con sus brillantes soluciones informáticas. Inexpresivo, distante y solitario;  tras aquel aspecto extravagante se escondía uno de los mayores talentos en software de realidad virtual del país. En ese momento proseguía su largo monólogo:

- Tengo que retocar los algoritmos de análisis de la ternura y la impaciencia. El reconocimiento emocional-facial a través de la webcam  no funciona del todo bien. He de conseguir que detecte preferencias para la acción. Si la cara del jugador determina que es sensible a la ternura pongo un salto en el programa a un zoom del rostro del niño Jesús y lo alterno con el semblante sereno de la Virgen; pero si percibe un gesto de impaciencia por la falta de acción lo redirijo al asalto de los soldados de Herodes casa por casa buscando niños a los que degollar.  Ahora que me acuerdo, tengo que pedir las rutinas de programación de "Age of Empires" para usarlas en las batallas de los ángeles contra los  demonios que asaltarán el portal...

La empresa NovoSystem realizaba programas bajo demanda. Sus juegos interactivos usaban la cámara del ordenador para analizar las emociones del rostro del jugador y poder responder así a los deseos que detectaban en ellas. Alberto había sido el creador del programa de reconocimiento de emociones faciales, la clave de que los juegos de la empresa tuvieran una inusitada demanda y, sin embargo, parecía mentira que aquel individuo tan inexpresivo fuera un especialista en analizar emociones desde las imágenes.

- A ver, repasemos las variables pendientes:  tenemos por un lado "niñoríe" y "niñollora", por otro "nerviosoJosé", "Virgensonríe", "bueymuge" y "rabomula". Tengo que crear todavía "angelescantan", "estrellabrilla" y "Reyescabalgan". ¡Hay que tener preparado a tiempo el organigrama del juego para su lanzamiento antes del día de Navidad!

Los compañeros de Alberto aguardaban a que les pasara las rutinas que debían depurar a conciencia poniendo especial cuidado en el realismo de las imágenes y en la naturalidad de los movimientos. Los especialistas en diseño gráfico habían preparado unos decorados brillantes con una Navidad espectacular: cielos estrellados casi galácticos, paisajes nevados con brillos nacarados, abetos cubiertos de nieve diamantina, un portal con texturas ocres en las paredes que conferían a las ruinas una calidez reconfortante...  Los pastores eran el orgullo del equipo: se habían inspirado en cerámicas de pastorcillos de Lladró a las que habían escaneado y dotado de unos movimientos tan naturales que parecían estar vivas. Para crearlos tuvieron que embutir con trajes llenos de sensores a un grupo de niños elegidos en un casting previo donde les hicieron moverse en una sala monocroma con un nacimiento de cartón piedra todo gris. Guardaron las rutinas de sus movimientos y ahora las aplicaban a las figuras. Alguno había trabajado en las rutinas de animación de Gollum en El Señor de los Anillos y este trabajo no resultaba muy diferente.

El equipo especialista en escenas de acción había preparado batallas casi intergalácticas entre ángeles y demonios. Las rutinas del movimiento de las alas (que recreaban el volar de una paloma real) eran las mismas en ambos grupos, pero cambiando el color de blanco a negro para los demonios alados. Al final, todas los procesos conducían de un modo u otro al triunfo de los querubines que acababan cantando el Adeste Fidelis entre nubes y con fondo en segundo plano de un luminoso cometa que recorría el cielo. Las secuencias de los soldados de Herodes eran las más espectaculares (y las más dramáticas). Las madres escondían a sus bebés recién nacidos o huían aterrorizadas pero siempre terminaban por ser atrapadas. No se ahorraba sangre salpicando la pantalla en los degüellos ni faltaban miembros amputados a espadazos  por soldados romanos de rostro feroz. Para añadir un poco de suspense se dotaba a los desesperados padres de algún mínimo puñal con el que, a vece, sorprendían a algún soldado rezagado. Trabajaban ahora en el nivel "Huída a Egipto" donde patrullas militares egipcias y  Familia con borriquillo jugaban al gato y al ratón entre las rocas de las montañas del camino a Egipto. En el personaje de Herodes se habían esmerado; crearon un ser repugnante inspirándose en la anatomía de un sapo y la textura de su piel, incluso para el habla habían ideado un logaritmo de distorsión de la voz a partir del croar de estos anfibios. Para la parte final del juego idearon una escena impactante en la que el Rey lleno de úlceras acababa con el cuerpo devorado por miles de gusanos que se retorcían entre su carne.

Por lo demás, tenía todo lo que cualquier juegos navideño podía necesitar: música sintética de villancicos populares,  animalillos diversos paseándose por los decorados, procesiones de pastores y personajes populares con presentes para el niño, Reyes Magos que otorgaban regalos al jugador cuando superaban niveles sucesivos de carreras con camellos todoterreno... incluso habían realizado en una concesión a los potenciales clientes catalanes mediante una actividad llamada "encontrar al caganer" que recordaba un poco las conocidas ilustraciones de "encontrar a Waly" de nuestra infancia.

Se había hecho de nohe. A las seis de la tarde el difuso resplandor del horizonte apenas se percibía desde las ventanas de NovoSystem situadas en el piso 23 de aquella torre de oficinas del centro. Alberto se dispuso a cerrar todos los programas y apagar el ordenador. En el ascensor pensó abstraído en el trabajo de mañana:

- Bien, por hoy ya ha sido suficiente. Mañana decidiré como aplico al algoritmo 'perfiljugador' los datos que mis jefes han negociado con Facebook. Conocer su personalidad y su tendencias  nos permitirán optimizar y dirigir su flujo en el juego. Además, hay que programar un 'perfilmejorado' para retornar al portal social nuevos datos añadidos a su información-cliente en base a sus decisiones en el juego. Mis jefes me obligan a hacerlo aunque me opuse firmemente: esos cabrones no dejan pasar oportunidad de saber cada día más de la pobre gente.

Condujo despacio hasta casa de su madre bajo el arbolado de luces que cubría las calles. Al abrir la puerta se la encontró sacando de las cajas las figuritas del Belén. Se iluminaron sus ojos:

- Hola, mamá.
- Hola, hijo. ¿Qué tal el día? Pareces cansado...
- ¡No sabe cuanto... ! El nuevo proyecto es agotador... ¡y estúpido además! Pero es lo que pide la gente y lo que me da de comer.
- ¿Entonces, me vas ayudar a poner el nacimiento; o quieres que lo dejemos para otro día? Si estás muy cansado...
- No, mamá. Ya sabes que me encanta. -La boca de Alberto esbozó una amplia sonrisa.

Alberto desenvolvió una por una las viejas figuritas del Belén. Acarició la pesada mula de barro sin cocer mirándola de nuevo con aquella mirada del niño que la modeló con sus propias manos para el nacimiento escolar. Tomó delicadamente el diminuto bebé que representaba a Jesús en su cunita de pajas, unas pequeñas pajitas de hierba seca que recogió junto con su madre en el campo cuando se perdieron las originales y que resultaban tan graciosas ahora. Sacó con cuidado un Rey Mago...

- A este camello le falta una pata... ¿Servirá poner un camello cojo? ¿No se enfadará Melchor?... (guiñó un ojo a su madre)

-  ¿No vas a arreglar el motor del molino?  - Alberto recordó que había construido aquel molino en marquetería y lo había motorizado para un trabajo en el instituto, pero hacía años que dejó de funcionar.

-No mamá, me gusta como está. - Lo dijo con expresión decidida, con aquella determinación que mostraba ya de niño y que era el orgullo de su madre. -Además los molinos de aquella época no llevaban motores eléctricos, si acaso se movían con el agua del río... pero ¿no querrás que enchufe una manguera al grifo y prepare un chorro sobre los cangilones, verdad? (La broma les hizo reír a carcajadas)

- Anda, mamá, pon la cena mientras voy por un poco de musgo al parque...y por unas cortezas de pino. Hay que agrandar un poco el portal que este año pondremos algunos pastores nuevos que compré en el mercadillo de la plaza. -

El hijo se despidió desde la puerta lanzando un sonoro beso a su madre. Con una bolsa de supermercado en la mano echó a correr abandonando impaciente el portal de su casa. Continuó su carrerilla para llegar a la zona más humbrosa del parque, allí donde crecía musgo en torno al estanque. Por el camino se cruzó con Díez y Martín, sus compañeros de programación, pero no los divisó entre la amortiguada luz de las farolas. Díaz le saludó al cruzarse, pero él no lo escuchó absorto como estaba pensando en el frescor del musgo que desde niño le encantaba cunado pasaba su mano sobre la delicada textura de aquellas húmeda alfombra verde..

- ¿No era ese Alberto, el programador...? ¿El que corría como un poseso hacia el bosque? -Comentó Díaz a su acompañante.
-¿El friki? Imposible. En esa cara de pasmo no cabe una sonrisa ... No puede ser él.
- ¡Pues juraría que ese loco que casi nos atropella...! ¿No será que se le ha ido la olla con tanto programar? Yo creo que era él...
- ¡Bah, da igual! ¡Vamos, que no llegamos al pase de la Puerta Mágica en Torrejón de Ardoz para ver la iluminación de este año. ¡Espectacular! Lo más puntero: más de un millón de bombillas leds programadas ¡bestial!. Y mejor aún el videomapping sobre la fachada de la iglesia. ¡Está que lo rompe...!
- Pues yo mañana llevaré a a mi hijo pequeño a Cortilandia, aunque si al final lo ponen por la tele ni nos movemos de casa... ¡Y los reglalos... los tendré que pedir esta noche por Amazon, cualquiera se acerca a los centros comerciales! Tengo una lista enorme con petición de smartphones, táblets y videojuegos. ¡Joder, no piden un ebook ni aunque se lo regalen!. El árbol lo voy a comprar en los chinos; de plástico naturalmente, que  es más ecológico y además más barato; pero lo tendrá que adornar la asistenta que nosotros iremos a ver una peli de elfos navideños ...
- ¡Y pronto, las vacaciones. Me piro a la costa!
- ¡Y las comilonas, Dios...!
- ¡Y el sablazo de los regalos!
- ¡Y aguantar a los cuñados en la cena de Navidad...!
- Ya sabes... Navidad.

1 comentario:

  1. Me impongo la costumbre de realizar un cuento y un villancico cada Navidad. Llevo varios años haciéndolo y pienso que es una buena costumbre. Poco a poco, va creciendo el volumen de las publicaciones navideñas y llegará el día en que las recopilaré, editaré un librito y las regalaré a las amistades. Puedo asegurar que será uno de los regalos más cuidados y costosos que se hayan hecho en mi eetorno. Quizá alguno no lo aprecie en lo que vale, pero yo regalaré esfuerzo, ilusion e imaginación a raudales.

    El tema del cuento se centra en el auténtico y perdido espíritu de la Navidad. La idea surgió tras visitar el Parque Empresarial de Torrejón de Ardoz, donde este año, se despliega una serie de atracciones navideñas impresionantes: una feria de más de un kilómetro con atracciones infantiles, puestos de comida, casetas de artesanía, todo artificioso y orientado al consumismo. La traca final,al final del paseo junto a la vía, es la Puerta Mágica, un espectáculo de música y sonido que recuerda la inauguración de la feria de Sevilla. En el paseo, las calles y la plaza de la localidad proliferan las maquetas de edificios fantásticos, superhéroes de cartón piedra, setas amanitas muscaria gigantes... una especie de Parque Warner municipal. La guinda de los espectáculos está en una proyección espectacular sobre la fachada de la iglesia realizada son técnicas de video mapping (no sé muy bien lo que es eso...) Todo muy llamativo y espectacular. Riadas de gente por las calles y la feria. Bares a tope. Negocio a la vista... pero ¿Y el espíritu de la Navidad? Apenas un desangelado nacimiento en un rincón de la plaza...

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