jueves, 12 de octubre de 2023

El año del Disprosio

 


Nunca llegaré al Día de la Bestia; pero lo más parecido a este dígito satánico es el 66, una pate de la cifra maldita (666) que marca el día de la Bestia en el Apocalipsis, 13.pero sí coincido exactamente con el número atómico de otra tierra rara "El Disprosio". Un año plateado, si nos atenemos a las propiedades del número atómico que representa. Blanco, pues se deja rebanar por la navaja. Difícil de encontrar pues se esconde emparejándose u ocultándose tras otros elementos ya que nunca se presenta solo.   Es este un elemento de gran magnetismo. Tras un tal "Holmio" presenta el mayor momento magnético de todos, especialmente a temperaturas frías (por debajo de 85 ºK). Un comportamiento claramente contradictorio si "se calienta" a 179 ºK donde cambia por completo su comportamiento y se vuelve "paramagnético". 


El Señor Disprosio suda lentamente (se empaña) y se quema (se oxida) al aire libre; pero cuando se baña en agua caliente se transforma en un tal "Hidróxido de Disprosio" que exhala hidrógeno puro, lo que le puede hacer explotar si le aplicamos una llama.   

Este ser permaneció oculto y desconocido cobijado por las familias de los Holmio y los Tulio hasta que, a comienzos de los 50 de este siglo, lograron arrancarle de su tutela gracias a sofisticados intercambios. Tan difícil resultó el proceso que, al huérfano rescatado, le bautizaron como "Disprosio" (nombre con raíces griegas "Dysprositos", que significa "difícil de obtener"

Este personaje, ya crecido y estudiado, trabaja actualmente en la obtención de láseres y en la fabricación de barras de control nuclear, debido a fu facilidad para tolerar los neutrones. A veces también trabajan en laboratorios de química produciendo radiación infrarroja para obserbar las reacciones que allí se producen. Para relajarse, también se emplea en la fabricación de discos compactos. 

Cuando está hecho polvo, puede estallar si levantas una chispa. Y ¡cuidado! sus fuegos no se extinguen con agua. Su carácter es un poco tóxico, pero mucho menos que otros considerados "salados"; solo cuando se pone muy pesado (más de medio kilo) puede ser mortal el aguantarle. 

Es muy apreciado por su magnetismo y se asocia mucho con el señor neodimio, al que sustituye a veces en el trabajo, mejorando mucho la producción. 

Hay que señalar que también es solicitado frecuentemente para aumentar el rendimiento de lámparas halógenas o de condensadores eléctricos, en pruebas de materiales, en la fabricación de dosímetros...

Aunque no es masivamente demandado (no se le reclama con frecuencia en los procesos  de producción) los chinos aprecian su valor y tienden a retenerlo. Esto hace que aumente la demanda de sus servicios en otras partes del planeta. 

En fin, aunque es un advenedizo en el mundo de la ciencia, es seguro que pronto demostrará sus capacidades en múltiples campos. A la espera de su completo descubrimiento, he aquí nuestro homenaje-aniversario. 

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